La micropigmentación representa una opción para obtener, aunque sólo fuera por simple comodidad, un maquillaje estético estable e inalterable: eye-liner, perfil de labios, delineación de cejas, etc. Pero no debe olvidarse que algunas circunstancias pueden hacerlo imprescindible:
- Alergia a los maquillajes convencionales
- Problemas visuales o manuales que impidan el automaquillaje
- Alopecias localizadas (zonas despobladas de pelo), en las cejas o la cabeza
- Deportistas (contacto permanente con el agua, sudoración, etc.)
- Corrección de líneas naturales o asimetrías
- Personas muy ocupadas
Asimismo representa la posibilidad de disimular u ocultar cicatrices, de crear o rediseñar una areola mamaria (tras cirugía reconstructiva), de oscurecer un cuero cabelludo creando un fondo que disimule una calvicie o que complemente un microtransplante capilar, entre otras.
La micropigmentación consiste en la implantación en la piel de unos pigmentos, mediante micro-agujas. Se trata de pigmentos naturales, de origen vegetal o mineral, totalmente inertes, biocompatibles y estériles, que con el tiempo son degradados y reabsorbidos por el organismo (de ahí su carácter semi-permanente).
Previo al tratamiento se realiza un diseño con maquillaje convencional o lápiz dermográfico, y se elije el color o colores adecuados.
Aunque el proceso es prácticamente indoloro, porque se utilizan micro-agujas y la implantación es muy superficial, se puede utilizar anestesia tópica (crema anestésica).
La reincorporación a las actividades habituales es inmediata y la duración del tratamiento depende de la superficie a tratar.
La micropigmentación es un excelente tratamiento complementario a otros tratamientos faciales y corporales: blefaroplastia, micro-lifting, remodelación labial, mamoplastia, transplante capilar entre otros.
Pero también por si solo representa una opción estética: perfección e inalterabilidad del diseño y el color del maquillaje.